La vainilla es un fruto mexicano
De aroma sutil y esencial para nuestros postres y platillos, la vainilla nació en la región totonaca, donde ahora son las ciudades de Veracruz y Papantla. Antes de ser considerada ingrediente de delicatesen mundial, los mayas y aztecas se enriquecían con su sabor a través de una bebida de cacao que era degustada por nobles y guerreros.
Cuenta la leyenda que la vainilla nació a partir del amor imposible entre la princesa Tzacopontziza y el joven Xcatan-oxga. El padre de la princesa, el rey Teniztli la confinó en un templo. Pero un día, se escapó con el joven; durante su escape se toparon con los sacerdotes del templo y los condenaron a muerte por su amor. Sus cuerpos quedaron en un barranco, donde creció una orquídea que a los pocos días comenzó a desprender un aroma exquisito. Los sacerdotes la declararon como una planta sagrada y la llamaron xanath, hoy conocida como vainilla.
Su nombre actual se lo debemos a los españoles, que debido a su similitud con las vainas de espadas, la bautizaron como “vainilla”. Es miembro de la familia de las orquídeas y es la única que, diferencia de otras flores similares da frutos.
La vainilla mexicana es bastante popular, y es parte de los 15 productos nacionales con denominación de origen internacional. Es utilizada como saborizante en casi todo el mundo y es la favorita con los consumidores de Estados Unidos, Canadá y Europa.
Es común utilizarla para la elaboración de postres, malteadas, helados y galletas. Además, su consumo aporta nutrientes como: hierro, calcio, potasio y fósforo.
Ahora que conoces su historia, cuéntanos ¿con qué disfrutas más tu Vainilla Molina?