Cheesecake de palomitas naturales ¡increíble combinación!

Hay recetas que sorprenden desde el primer bocado, y esta es una de ellas. El pastel de palomitas con Vainilla Molina tiene ese toque entre lo dulce, lo crujiente y lo cremoso que al principio resulta inesperado pero que después te termina conquistando. Si te gusta probar cosas diferentes sin complicarte, esta receta es para ti.
Para la base:
5 tazas de palomitas de maíz naturales (sin sal ni mantequilla)
1/4 de taza de miel
1/4 de taza de mantequilla derretida
Un chorrito de Vainilla Molina
1/4 de cucharadita de sal
Para el centro cremoso:
1 taza de queso crema (a temperatura ambiente)
3/4 de taza de crema para batir fría
1/3 de taza de Azúcar Glass Postrelicioso
Un chorrito de Vainilla Molina
1. Mezcla las palomitas con la miel, mantequilla, un chorrito de Vainilla Molina y sal.
2. Forra un molde desmontable con papel encerado y presiona la mezcla de palomitas en el fondo y un poco en las orillas, formando una “canasta”.
3.Refrigera por 20–30 minutos para que tome firmeza.
4. Bate el queso crema con el Azúcar Glass Postrelicioso y un chorrito de Vainilla Molina hasta que se alise.
5. Por aparte, monta la crema hasta que esté firme y mezcla con lo anterior en forma envolvente.
6. Vierte la mezcla sobre la base de palomitas y alisa con una espátula.
7. Refrigera mínimo 4 horas o hasta que esté firme como un cheesecake frío.
8. Justo antes de servir decora con más palomitas.
Este pastel es una forma de ver lo cotidiano con otros ojos. Algo tan común como unas palomitas se transforma con unos cuantos pasos en un postre que sorprende. Si lo pruebas, vas a ver que no se necesita mucho para hacer algo inolvidable.