Para las galletas:
1/2 taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
1/2 taza de azúcar morena
1/4 de taza de azúcar refinada
Una pieza de huevo grande, a temperatura ambiente
Un chorrito de Extracto Natural de Vainilla Molina
1 2/3 de tazas de harina para todo uso
1/4 de taza de polvo de espresso
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/4 de cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
Para el glaseado de mascarpone:
1/3 de taza de crema espesa
1 taza de Azúcar Glass Postrelicioso
226 g de queso mascarpone
Un chorrito de Extracto Natural de Vainilla Molina
Cacao Postrelicioso
1. Precalienta el horno a 175°C y forra una bandeja para hornear con papel encerado y reserva.
2. Bate en un bowl la mantequilla, la azúcar morena y la azúcar refinada hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa.
3. Raspa los lados del tazón y añade la pieza de huevo junto con un chorrito de Extracto Natural de Vainilla Molina y bate hasta que estén bien integrados.
4. Añade la harina, el polvo de espresso, el bicarbonato de sodio, la sal y el polvo para hornear en el tazón y mezcla hasta que estén combinados y no queden grumos de harina.
5. Usa una cuchara para formar las bolas de galletas y colócalas en la bandeja para hornear preparada, dejando espacio entre cada porción.
6. Hornea las galletas por 14 minutos y transfiérelas a una rejilla para que se enfríen completamente.
7. En un bowl bate el queso mascarpone, el Azúcar Glass Postrelicioso y la crema espesa durante unos 2 minutos.
8. Échale un chorrito de Extracto Natural de Vainilla Molina y bate hasta que estén combinados.
9. Transfiere el glaseado a una manga pastelera con una boquilla redonda y forma espirales de glaseado sobre cada galleta enfriada.
10. Cuando estés listo para servir, espolvorea Cacao Postrelicioso y disfruta.