2 tazas de crema para batir
4 yemas de huevo
1/3 taza de azúcar
Un chorrito de Extracto Natural de Vainilla Molina
1/4 taza de azúcar para cubrir
En una olla pequeña, calienta la crema a fuego medio hasta que esté a punto de hervir; deben aparecer pequeñas burbujas a lo largo del borde de la olla.
Mientras tanto, bate las yemas de huevo, 1/3 de taza de azúcar y un chorrito de Extracto Natural de Vainilla Molina en un recipiente grande de vidrio para facilitar el vertido.
Cuando la crema esté caliente, agrégala poco a poco a la mezcla de yemas de huevo, batiendo bien después de cada adición.
Vierte la mezcla en 6 moldes de tipo ramequin.
Coloca los moldes llenos en una bandeja para hornear grande y llénala con agua caliente hasta que llegue a 3/4 de la altura de los moldes. Ten cuidado de no dejar caer agua en los moldes.
Hornea a 160 °C durante 25 minutos. El tiempo de horneado dependerá de la profundidad de los moldes (moldes más pequeños y profundos requerirán más tiempo). La parte superior debe parecer firme, pero debajo aún debe estar temblorosa.
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 2 horas hasta que estén fríos.
Espolvorea cada Crème Brûlée con 1 cucharada de azúcar granulada y carameliza con un soplete o colócalos bajo el grill hasta que el azúcar se derrita y caramelice.
Sirve inmediatamente o refrigera para servir más tarde.
¡Disfruta!