1. Combina el café molido y el agua en la jarra.
Vierte 2 tazas de café molido en el frasco o la jarra. Agrega 8 tazas de agua filtrada.
2. Revuelve para incorporar.
El café flotará, ¡pero no te preocupes!
Solo asegúrate de que todo el café se moje.
3. Regrigera durante la noche.
Cubre y refrigere la infusión fría durante al menos 16 horas.
4. Cuela el concentrado de café.
Forra un colador de malla fina con una gasa y colócalo sobre una taza medidora grande.
Vierte lentamente el concentrado de café a través del colador.
NOTA: No exprimas ni presiones el café molido en la gasa.
5. Transfiere a la infusión fría a un frasco limpio.
Una vez colado, transfiere la infusión a un frasco de vidrio limpio.
6. ¡Disfruta tu café helado todos los días!
Para servir, llena un vaso con 1cubos de hielo
Vierte 1/2 taza de la infusión fría, agrega 1/2 taza de agua fría, un chorrito de de Vainilla Molina y revuelve para combinar.
Agrega hojas frescas de albahaca, edulcorante, crema de café y disfruta.