Distingue los tipos de chocolate para tus postres
Con tantas opciones de chocolate, a veces resulta complejo saber cuál es el más adecuado para nuestros postres. Entérate aquí cómo distinguir los tipos de chocolate ideales para repostería y los tipos de cobertura que puedes emplear en tus postres.
Empecemos distinguiendo el tipo de coberturas de chocolate que hay: la cobertura de chocolate y la cobertura de chocolate glasé. La cobertura de chocolate es la cobertura de un chocolate real, el cual tiene como grasa la manteca de cacao y es más fácil de derretir, simplemente tócalo unos segundos y notarás cómo se derrite en tu mano.
En cambio, la cobertura de chocolate glasé es de aquel que en su composición tiene otras grasas vegetales como el aceite de coco, es más duro y más complicado de derretirse a la primera. Así que la cobertura de un chocolate real siempre será más fácil trabajarla, además de tener el sabor de cacao más genuino ya que resulta de mezclar pasta de cacao y manteca de cacao con azúcar. Entre más cacao contenga la mezcla, es más fino y exquisito el sabor.
Los tipos de chocolate se dividen según la proporción de cacao y azúcar que tengan.
El chocolate amargo para postres debe tener entre un 60% a 80% de cocoa y no debe contener otro ingrediente en su composición como frutos secos o saborizantes. Es usado principalmente en postres como manzanas cubiertas de chocolate, mousse de chocolate y cheesecake.
En cuanto a los chocolates semiamargos el ideal es uno que tenga entre 50% a 60% de cacao, para los de leche puedes utilizar uno que contenga entre 40% a 50% es por eso que tiene un color café claro y es uno de los tipos de chocolate más pedidos por su sabor y, para los chocolates blancos se recomienda que no baje de 30% de cacao en su composición. Postres como budín de chocolate, tartas, trufas y brownies, son los que mejor quedan con el sabor que este chocolate ofrece.
El chocolate para hacer la cobertura glasé es más manipulado ya que tiene azúcar, sólidos de leche, grasas vegetales y sabores artificiales. No contiene pasta de cacao y es por eso que es un poco más grasa al momento de probarla y no se derrite fácilmente. Para los pasteles y cupcakes funciona gracias a lo firme que puede llegar a permanecer una vez untado.
Para finalizar, asegúrate que cuando compres el chocolate para repostería sea en tiendas especializadas y que el empaque diga que es para repostería o cobertura, esto significa que el chocolate aguanta altas temperaturas y se puede emplear para hacer todo tipo de postres como los que tenemos en nuestra sección de recetas aquí. Una de las diferencias entre la chocolatería real y la industrial de gran consumo, es precisamente que el chocolate real se elabora sólo con manteca de cacao y ese es uno de sus sellos distintivos así, según el porcentaje de cacao que tenga te servirá como guía para emplearlo en tus postres y calcular la intensidad de sabor que quieres lograr; de lo contrario, podrías obtener un postre con poco o excesivo sabor a chocolate.