Cómo ser mamá emprendedora
Ser madre de familia de niños pequeños no es limitante para perseguir tu sueño de emprender. Saca papel y pluma, pues te compartiremos algunas acciones que puedes convertir en hábitos para ser una madre con negocio propio.
1. Arma el plan
Uno de los hábitos principales para comenzar a emprender, es armar un plan, analizarlo hasta que sea perfecto para ti en tiempos y ejecución. Piénsalo a corto plazo, con metas medibles y muy alcanzables, y trázalo con miras a los próximos dos años.
2. Siempre piensa en grande
¿Ya tienes tu plan? Ahora es momento de poner prioridades en tus metas. Recuerda que para lograrlas esfuérzate todo lo posible. Piensa fuera de la caja, no te limites, toma cada oportunidad de hacer crecer el negocio que quieres emprender, porque pensar en grande te va a dar todas las armas para querer y buscar más. ¡Pero ojo! No planees imposibles, apégate a tus posibilidades económicas y de tiempo de calidad disponible para el proyecto.
3. Apóyate de la tecnología
Usa todas las herramientas digitales que tengas al alcance para tener un mejor control de tu tiempo y tareas. ¿Qué tal llevar un calendario que puedes consultar siempre en línea, revisar documentos o usar un medio de comunicación efectivo con tus clientes? Así podrás organizarte con mayor facilidad y obtener grandes resultados sin descuidar a tu familia.
4. No te compares con las demás
Es común que a veces nos comparemos con una persona en ciertos aspectos: ya sea físico, económico o laboral. Lo mismo pasa al momento de querer emprender y comenzamos a medir el nivel de nuestro emprendimiento con otros.
Evita los “no puedo hacerlo, no me va a salir, nunca voy a tener un negocio como tal persona”, ya que este tipo de negaciones afecta la confianza en nosotros. Trata siempre de mejorar y subir tu autoestima, es así como se debe tratar un emprendimiento cuando conoces uno o más proyectos que quieren hacer lo mismo que tú y no por eso las comparaciones deben ser negativas.
5. Equilibra tu vida personal y de negocios
Cuando decides emprender, tienes claro que tu vida va a dar un giro pues estarás adoptando nuevas actividades y tu modo de vida tiene que ajustarse a tus nuevas metas de negocio. Mantén un equilibrio entre tu vida personal y de negocios para que puedas dedicarle el tiempo de calidad que deseas para ambos.